miércoles, 9 de febrero de 2011

El día a día...

Siento la necesidad de escribir algo. La última vez que aparecí por mis lares inspirados por musas fue hace más de un año cuando mi ímpetu y mis ganas de expresar lo bien que me sentía por encontrar a alguien con quien compartir un tiempo valioso. Algo que resultó nefasto. Me vi substituido por el siglo XXI y sus tecnologías. A todos les pasa, aunque cada día pienso que se ha perdido la conversación cara a cara, el disfrutar de un café durante horas y observar la reacción de la otra persona, ya sea amigo, novia o amante desenfrenada, cuando le cuentas lo que piensas de su persona. Se ha glorificado el "facebook", "tuenti" o cualquier otra forma de contacto vía web, wifi, 3G, y la gente no sabe que decir en la realidad.

Dejando de lado esta crítica, veo como mi vida esta desordenada. Necesito encontrar una estabilidad de la cual hoy no dispongo. Mi necesidad económica va más allá de tener unos ingresos X para poder pagar los gastos de casa, como cualquier otro "currante". Todo versa del mismo soneto, si no encuentro un trabajo estable, ya sea jornada completa o varios de horario partido con unos ingresos superiores a 1100 € no veo como voy a poder llevar adelante temas esenciales como la consecución de mis estudios en derecho y la tranquilidad de llegar a fin de mes sin apuros innecesarios. Me frustro, me bloqueo, deseo que todo cambie y empezar de nuevo en cualquier otro lado, irme, desaparecer, desvanecerme...Por eso mis problemas de sueño, duermo más de lo normal solo con la idea de que cuanto mas arropado me encuentre entre mis sabanas, colchas y almohada no tendré que afrontar el día a día que tanto me cuesta sacar adelante. Hay dias mejores y otros peores pero la tensión nerviosa persiste. A esto le añades la preocupación que tengo por mi padre. No esta bien, tiene que cuidarse y es como luchar con un niño de 59 años para que salga adelante, para que se cuide y se me hace muy pesado...

Albergo la esperanza de la mejoría, de poder cambiar de sabanas y volver a respirar entre libros y libros de derecho, sufriendo la tensión de entregar los trabajos y el sudor producto de la preocupación de redactar un buen examen...necesito vivir con un poco de tranquilidad.

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